lunes, 6 de junio de 2011

Respeto... HONRA... es lo que nos hace falta!

"La es escuela es una aliada estratégica en la construcción de una sociedad mas justa e igualitaria" fueron las palabras de Tenti Fanfani al comenzar el articulo "Educación y Construcción de una Sociedad mas Justa", ahora ¿es realmente la escuela la encargada de transformar la sociedad?
Ingresamos a hogares donde nos encontramos con una realidad, que se ha convertido en la realidad de muchos hogares no solo en Argentina, sino en el mundo. Padres contra los hijos, hijos contra los padres, padres que no saben como controlar a sus hijos e hijos que nos saben respetar y mucho menos honrar a sus padres.Se han perdido en el hogar, en la escuela, en la sociedad el verdadero significado del RESPETO y de la HONRA.
La HONRA es estima y respeto de la dignidad propia, también es la buena opinión y fama, adquirida por la virtud y el merito. Honrar se trata de Respetar a una persona.Enaltecer o apremiar su merito. Es hacer a sus padres, hacer quedar bien, hablar bien. Los hijos deben honrar a sus padres,hacerlos quedar bien con sus propios actos.
La Biblia enseña que honrar a los padres es adquirir largos años de vida sobre la tierra. Las sociedades orientales por tradición respetan y honran a sus padres y abuelos considerando la vejez un estado de sabiduría supremo, es muy común ver a jóvenes, adolescentes y niños sentados al rededor de un anciano que les narra historias ancestrales y sabiduría adquirida de generación en generación.
Nuestra sociedad no ha marcado en su enseñanza el RESPETO  y la HONRA, es por eso que por rebelión  desobediencia o ignorancia se han perdido los valores mas importantes que forman una sociedad justa y también una nación fuerte, poderosa. Las fortalezas de una nación no tendrían que estar centradas tan solo en lo industrial o económico, sino que los valores de las personas tendrían que ser lo mas valioso, dado que en los momentos de conflictos o crisis profundos son estos los que nos salvan.
Nuestra idiosincrasia latinoamericana carente de enseñanzas y filosofías de respeto y honra, nos llevó a perder generaciones completas, y cuando digo perder me estoy refiriendo a jóvenes y adultos fracasados en todos los aspectos de la vida( nunca se vio tanta violencia contra lo publico, nunca se vieron tantos divorcios, tanto desprecio por la vida, tanta droga, tanta promiscuidad, tanta gente confundida...). Hubo una corriente cultural psicológica en los años 60' 70' donde se les inculcaba a los padres que "respetaran" a sus hijos con libertad absoluta de hacer lo que se les viniera en ganas, porque de esa manera fomentaban la libertad artística y social de los futuros hombres, sin corregir ni disciplinar se criaron hijos e hijas dispuestos a tomarlo todo a cualquier precio sin ningún tipo de limites. En definitiva, niños que se iban a convertir  en delincuentes, levantando como excusa que se debía combatir el exceso disciplinario en que habían incurrido sus abuelos, aunque no se dieron cuenta que salían de un exceso y caían en otro.
Hoy nos encontramos en una sociedad confusa donde, se pone de manifiesto la duda de quien es el encargado de solucionar los problemas de la misma. "Que la escuela debe hacerse cargo de transformar a los niños", dicen los padres, si bien la escuela puede realizar esa violencia simbólica (que es transformar el pensamiento del niño que trae del hogar, o de la calle). Pero la familia debe recordar que los principios se basan en el hogar, la escuela solo seria la ayuda a la familia, de forma paralela. Los medios masivos de comunicación sufren violencia, y lamentablemente a través de estos tantos padres como hijos son influenciados.
No podemos dejar en manos de la escuela lo que los adultos estamos empeñados en destruir.
La HONRA y el RESPETO se enseñan en el hogar, y así los niños aprenden a respetar a sus autoridades también las autoridades a los niños, y así verdaderamente tendríamos una sociedad mas justa e igualitaria. Dios es el principio de todo lo bueno... el amor es el principio del respeto... el respeto es el principio de la honra.